¿Por qué no resulta más relevante la gestión de tesorería?

02/04/2014

La gestión o unidad de tesorería no son consideradas como centros de creación de valor por diversos motivos.

El primero de ellos, es por la percepción de componente meramente administrativo que tenemos. Consideramos que lo único relevante a la tesorería de nuestra empresa es contabilizar cobros y pagos. No tenemos en cuenta la importancia de planificar esos cobros y pagos. Consideramos nuestra posición de tesorería como el resultado de unas operaciones. No tenemos en cuenta que podemos aplicar técnicas para la gestión de tesorería con el objetivo de alcanzar la posición deseada.

Otro de los motivos es por el propio análisis de los estados financieros que solemos realizar. A menudo, tan solo nos fijamos en variables de balance o pérdidas y ganancias, y pocas veces tenemos en cuenta las variables que influyen en nuestra posición de tesorería. De ahí el por qué de las ratios que utilizamos en nuestros análisis.

Tomemos como ejemplo el conocido ROA.



De esta ratio obtenemos la rentabilidad de nuestra nuestra inversión en un determinado momento.  A simple vista, las variables que utilizamos para su cálculo, las podemos obtener de la cuenta de explotación y del balance de situación.

¿Por qué no profundizamos en los componentes de estas variables? 

Como sabéis, al activo está formado por el activo no corriente (bienes y derechos no convertibles en efectivo en el corto plazo) y por el activo corriente (líquido y bienes y derechos convertibles en liquido en el corto plazo). ¿Qué conforma el activo corriente? Tesorería, existencias, clientes, etc… Todas estas variables, son variables que influyen directamente en la tesorería de nuestra empresa. Es decir, gestionando estas variables, estaré gestionando el nivel de tesorería de la empresa.

Nuestra rentabilidad la podemos mejorar de dos formas, mejorando el beneficio de nuestra empresa (y la calidad de éste) y reduciendo nuestra inversión. Hay activos de los que no nos podemos desprender porque son indispensables para el desarrollo de nuestra actividad (máquinas, almacenes, oficinas, ordenadores, etc), pero lo que sí que podemos hacer, es gestionar la rotación de stocks o gestionar nuestro periodo de cobro (entre otras muchas opciones), para reducir al máximo el valor de nuestra inversión a corto.

Manteniendo el mismo nivel de ventas podemos mejorar nuestra rentabilidad si somos capaces de disminuir el valor de nuestro activo corriente mediante una gestión de tesorería eficiente.


Por lo tanto, debemos de cambiar nuestra perspectiva, y debemos de dejar de considerar la unidad de gestión de tesorería como una unidad administrativa y pasar a considerarla como una unidad independiente capaz de generar valor para la empresa.

Una gestión de unidad de tesorería eficiente, facilita el ahorro, mejora el flujo de actividades operativas y reduce la volatilidad de resultados.

El dinero es un recurso escaso y muy caro de obtener, por lo que debemos de esforzarnos en conseguir la máxima rentabilidad a nuestro dinero.

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