En el ejercicio en que hubo más recortes de deducciones en el Impuesto sobre Sociedades, las grandes empresas tributaron por mucho menos del 30% del tipo nominal y del 25% de las pymes.
Las grandes empresas sólo tributaron un 4% de media en España en 2012, el año en el que el Impuesto sobre Sociedades sufrió más limitaciones y recortes de deducciones, frente al 30% del tipo nominal del tributo y al 25% que pagan las pymes. Así se desprende del Proyecto de Ley de Presupuestos del Estado para 2014 y de las Memorias e Informe Anual de recaudación Tributaria de la Agencia Tributaria (AEAT). El Gobierno explica en las Cuentas del próximo ejercicio que “el tipo efectivo del Impuesto en 2012 para empresas con una cifra de negocios superior a 60 millones de euros se ha incrementado un 18% en relación con el año anterior”, lo que achaca a “las medidas tomadas”.
Las grandes compañías, en concreto, los grupos consolidados, tuvieron un tipo efectivo del 3,5% en 2011, según el Informe Anual de Recaudación. Un incremento del 18% en 2012 supone un alza de 0,63 puntos, es decir, un tipo del 4,13%. Este tipo efectivo se calcula respecto al resultado contable, es decir, se obtiene de la división entre la cuota líquida positiva y el resultado contable positivo, y es el más utilizado y ortodoxo, según refrendan los fiscalistas a los que ha consultado este diario.
Estos expertos apuntan que el bajo tipo de la gran empresa implica que el impuesto está agotado y que las limitaciones que han intentado paliar su desplome recaudatorio de cerca del 70% desde 2007 son parches, a la espera de lo que dé de sí la reforma del sistema tributario que el Gobierno quiere tener lista en marzo de 2014. Con efecto retroactivo, desde 1 de enero de este año hay otro recorte, según establece la Ley de Medidas Medioambientales y Tributarias que está en el Senado, el fin de la deducción por deterioro de cartera para recaudar 3.600 millones al año. En 2007, los grupos consolidados, es decir, entre ellos, el
Ibex y la mayoría de grandes empresas, con cifras de negocio muy superiores a 60 millones de euros, pagaron a Hacienda 10.652 millones, que se redujeron en un 50% ya el añosiguiente y que fueron sólo 3.012 millones en 2011. A la caída de la actividad por la crisis se sumaron las deducciones e incentivos de que se benefician sobre todo las grandes empresas.
El Gobierno de Zapatero ya incrementó los pagos fraccionados del Impuesto en agosto de 2011, cuando España empezó a situarse al borde del rescate. En marzo de 2012, el Ejecutivo del PP ahondó en este ajuste, a lo que se sumó el límite de la deducibilidad de gastos financieros del 30% o de la libertad de amortización, ajustes que volvieron a elevarse en 2012 y 2013.
La Memoria de la AEAT del pasado año subraya que los ingresos de Sociedades crecieron en 2012 un 29% (4.824 millones) por los recortes y el aumento de los ingresos procedentes de actas de inspección. Gran parte proviene de los pagos fraccionados, que luego Hacienda debe devolver.
El Proyecto de Presupuestos no explica a qué tipo efectivo se refiere cuando dice que crece un 18%, ya que también puede calcularse sobre la base imponible, que fue del 17,7% en 2011. Si el tipo efectivo creció en 2012 lo hizo para los dos modelos. A falta de que Hacienda aclare cuál se ha elevado un 18%, el tipo sobre resultado contable ha subido en 2012 a un máximo del 4,1%, porque si el 18% se aplicara sobre la base imponible, el alza del tipo efectivo sobre resultado contable sería menor.