El presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha anunciado este viernes una remodelación de su Gobierno de gran calado, en la que reduce el número de consejerías de 10 a ocho y repiten solo la mitad de los consejeros.
Las nuevas caras son las de Juan Carlos Moragues, delegado de la Agencia Tributaria en Castellón, que asume la cartera de Hacienda y Administración Pública; Manuel Llombart, que se encargará de Sanidad, y Asunción Sánchez Zaplana, que será responsable de una cartera que vuelve a tener departamento propio, la de Bienestar social.
Llombart es director del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), centro concertado de la Sanidad valenciana, mientras que Sánchez Zaplana era hasta ahora concejala de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Alicante.
Repiten el vicepresidente y portavoz, José Ciscar, quien asume la cartera de Agricultura, Alimentación y Agua; Máximo Buch, que suma Turismo a su actual cartera de Economía, Industria y Empleo; María José Catalá, que añade Cultura y Deporte a Educación; Isabel Bonig, en Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente; y Serafín Castellano, que suma Justicia a Gobernación.
De esta forma, salen del Gobierno cuatro consellers: Lola Johnson (Cultura y Turismo), Jorge Cabré (Justicia y Bienestar Social), Luis Rosado (Sanidad) y Maritina Hernández (Agricultura).
Tras esta remodelación, solo quedan en el Gobierno valenciano tres de los 10 integrantes del Ejectivo que nombró Francisco Camps al iniciarse la legislatura, en julio de 2011, que fue asumido por Fabra un mes después. Son Císcar -entonces consejero de Educación-, Bonig y Castellano.