En relación al mismo período del ejercicio anterior, la mayor economía europea avanzó un 0,5% entre abril y junio (o un 1% si se eliminan los efectos de calendario), agregó la oficina en un comunicado.
Los principales propulsores del crecimiento alemán fueron el consumo interno -tanto público como privado- y el potente sector exterior, donde las exportaciones volvieron a repuntar por encima del avance que registraron las importaciones.
Por su parte, las inversiones, en especial en bienes de equipo, tuvieron un aporte negativo al PIB alemán en el segundo trimestre.
Destatis subrayó en su nota que el número medio de trabajadores en activo en Alemania se elevó en el segundo trimestre del año hasta 41,6 millones de personas, lo que supone un incremento interanual del 1,3%.
Francia, estancada
Por su parte, la economía francesa logró evitar otra vez la recesión al encadenar por tercer trimestre consecutivo un crecimiento cero. se mantuvo estancada entre abril y junio por tercer trimestre consecutivo. Las previsiones del consenso de los analistas de Reuters apuntaban a una caída del 0,1% en el segundo trimestre del año.
El Instituto Nacional de Estadística (INSEE), en sus primeros resultados para el primer trimestre indicó hoy que la evolución nula del Producto Interior Bruto (PIB) se debió a una caída del consumo (0,2%) y a un impacto negativo del comercio exterior (cinco décimas), compensado por la inversión y la constitución de existencias por las empresas.
También Holanda ha sorprendido a los analistas al registrar un crecimiento de su PIN en el segundo trimestre del año del 0,2% respeceto al anterior, frente a una previsión que avanzaba una caída del 0,2%. En el interanual, la economía holandesa retrocedió un 0,5%, un ritmo más moderado que el 1,1% avanzado por los expertos.